lunes, 10 de marzo de 2014

BIENAL INTERNACIONAL DE ARTE DE CARTAGENA

¿EL NUEVO TRAJE DEL EMPERADOR?
Por Muriel Angulo.

El debate que se ha planteado en torno a las políticas de la Bienal de Arte de Cartagena, demuestra que existe una visión centro-periferia que hoy por hoy, está más viva que nunca. Es claro que si el grupo CAVCA no hubiera reaccionado ante esta situación, los planes de invisibilización habrían seguido adelante, y el nuevo traje del emperador habría sido alabado y aplaudido sin ningún recato ni pudor, viejo comportamiento oficializado en nuestro medio. Pero, como “no hay mal que por bien no venga”, pienso que la situación creada, nos ha dado una oportunidad de oro para visibilizar, cuestionar y por ende modificar las políticas que desde la institucionalidad han venido conformando un arte para coleccionistas, claramente diseñado para insertarse dentro de los circuitos del poder globalizado, que como cualquier multinacional ha condenado a migrar a gran parte de la pluralidad de voces que conforman nuestra diversidad, en este caso, la del Caribe colombiano. El pensamiento centralista de Colombia aún no ha podido reconocer al Otro: existe una incapacidad premeditada, que nos hace recordar a la Patria Boba, época durante la cual Cartagena, cansada de las imposiciones que se hacían desde Santafé de Bogotá, decide romper con el Virreinato que se ejercía desde España. Creo que es hora de mostrar nuestro descontento por los procesos curatoriales ejercidos desde el país andino, dirigidos a menospreciar la singular manera que tenemos de relacionarnos con nuestra cultura. A esos que con su paternalismo tratan de exotizarnos, queremos exigirles mayor rigor en sus investigaciones, y recordarles que en el Caribe, también se hace Academia. Como artista cartagenera, invito a artistas y académicos del Caribe colombiano para que investiguen sobre la precaria relación entre centro y periferia, con la intención de organizar una muestra alterna a la centralista organización de la Bienal, que de manera astuta ha utilizado el nombre de Cartagena, aprovechando no sólo su condición de ciudad histórica, patrimonio de la Humanidad, sino, beneficiándose del sitio impuesto por las élites del poder local y nacional, sin antes haber convocado de manera pública, y por lo menos con un año de anticipación, a los artistas y académicos de la región, de manera tal que hubieran contado con el tiempo suficiente para desarrollar sus proyectos. A menos de que, como es la costumbre, todo haya sido organizado a Sotto Voce.

Texto publicado en las redes sociales el 4 de septiembre 2014.